Politiquear
Aunque falta más de un año para las elecciones, muchos panameños practican el deporte de “politiquear”. Se puede hacer en cualquier lugar. Ahora con el modernismo también se realiza por celulares. Por lo general, no participo mucho en esto porque temo que haya disgustos. En un supermercado con dos amigos caí en politiquear. Menos mal que no hubo pelea y todos dimos muestra de civismo, lo que no siempre ocurre. En las pocas cosas en las que se estuvo de acuerdo fue en que será difícil que el actual gobierno se quede en el poder.
Recordé la teoría de Sociología del Poder llamada “péndulo”. Desde hace más de un cuarto de siglo, varios partidos han tenido la oportunidad de gobernar. El panameño piensa que hay que darles oportunidad a todos. Otro punto sin discusión fue la duda que una mujer llegue a dirigir el país, al menos en el próximo periodo. Hubo diferencias en cuanto a qué partido es de oposición. Al final se acordó que el CD era el que tenía ese papel. Se mencionó que el expresidente puede ganar la Alcaldía de Panamá, pues tiene buena imagen en algunas personas.
Todos estuvimos de acuerdo en que muchos diputados no se merecen la reelección. Pero al final el pueblo es quien decide en una democracia. Se cree que los jóvenes que votan por primera vez pueden decidir la elección. Sostuve que eso sería si votan unidos, pero realmente cada uno hará lo que piense mejor y su voto se dispersará. Aquí repetí la famosa frase que “los pueblos tienen los gobiernos que se merecen” y se estuvo de acuerdo. Alguien sostuvo que esta vez un independiente puede ganar la presidencia, ante la decepción de muchos hacia los partidos políticos.
No estuve de acuerdo. Pienso que un candidato solo no tendría los fondos y la maquinaria política para llegar a la presidencia. Se comentó el relajo de esas candidaturas, donde personas que ni siquiera las conocen en su casa piensan que pueden ser presidente. Hasta se habló sobre la constituyente, que ningún gobierno después de la invasión se ha atrevido a impulsarla. Recordé que el Dr. Carlos Iván Zúñiga (q.e.p.d.) luchó para que se lograra esto, desde los años 80 del siglo pasado. Alguien nos convenció de que la Constitución de 1946 era buena y solo habría que modernizarla. Como chiste revelé que en las dos últimas elecciones voté por el “mejor” candidato a presidente, alcalde y diputado. Ante el asombro aclaré que soy yo, y puse mi nombre en las papeletas…