Propiedades curativas de las semillas de uva

La uva es una de las frutas más curativas que existen, ya que no solo su sabrosa pulpa y piel pueden beneficiar la salud, sino también sus semillas.

Estas son las principales fuentes de potentes antioxidantes denominados proantocianidinas oligoméricas (PCO), que también se denominan genéricamente pignogenol, una clase de flavonoides.

Los estudios de laboratorio indican que las PCO son mucho más eficaces que la vitamina C y la vitamina E para neutralizar los radicales libres de oxígeno que son uno de los causantes de la degeneración del organismo y su envejecimiento.

Por ello, tiene un amplio rango de utilizaciones terapéuticas: desde la prevención del cáncer y la enfermedad cardiovascular hasta el alivio de síntomas, alergias, úlceras y cataratas. Se cree que sus propiedades antioxidantes ayudan a retrasar el proceso de envejecimiento.

Las proantocianidinas presentes en la semilla de uva se han mostrado eficaces en el tratamiento de otros muchos trastornos.

Como antiinflamatorios, ayudan a prevenir la tumefacción de las articulaciones, reparan el tejido lesionado y alivian el dolor en las personas con artrosis. Algunos estudios han demostrado que las PCO pueden detener la progresión de las cataratas, tratar y prevenir el glaucoma y ayudar a tratar diversos tipos de enfermedad retiniana.

Una de las utilizaciones más populares es el tratamiento de los efectos del envejecimiento, como la prevención de las arrugas al proteger la piel contra la radiación ultravioleta (la causa de las quemaduras solares), la mejora del tono y la elasticidad de la piel y la reducción del aspecto de las cicatrices, estrías y de las marcas de tensión.

Existen muchos datos anecdóticos de efectos beneficiosos del extracto de semilla de uva para tratar o reducir los efectos del dolor de cabeza, hemorroides, diabetes, hipertrofia de próstata y celulitis, aunque no se han realizado estudios de investigación que apoyen estas indicaciones.